martes, 24 de abril de 2007

CRISTO ES NEGRO

Ghana

Después de varios meses en compañía de Alá, por fin hemos entrado en la tierra prometida de Cristo. “¿Sois cristianos o turistas?” Nos lo han preguntado varias veces. A uno le respondimos que veníamos a predicar a la “Gospel Party Church” (en castellano, “El Altar de la Juerga”, que es en realidad el nombre de un bar de copas de mi pueblo), y el tipo, lejos de sorprenderse nos dijo que incluso ¡la conocía!...
Desde luego debió de ser una premonición, porque ese mismo día acabamos durmiendo en una iglesia, o mejor dicho, al lado de una iglesia, en una residencia de “pastores presbiterianos” que sólo se permiten tomar una bebida no alcohólica que se llama MALTA y que sabe a LISTERINE (si no lo conoces, es que no te lavas los dientes adecuadamente)…
Hace tres días la policía también nos dio unas lecciones sobre cómo ser mejor cristiano: “…es malo saltarse el límite de velocidad… puedes atropellar a una cabra o a un niño… y eso está muuuuuuy mal!... aunque el Señor (se refería al “señor” policia, claro) te puede redimir por unos 10 o mejor 20 euros…” Al final evitamos el soborno recitando de memoria el pasaje ISAIAS 13:2, que dice: “..que pague el último!...”
Entre los cristianos negros, los hay muy negociantes. El que nos intentó durante dos horas, primero comprar un coche que no vendemos, vender un hotel que no queremos y finalmente, regalarnos un hijo que, según él, sale a cuenta porque sólo come una vez al día…no porque no tenga dinero, sino porque dice que “el estómago es un ingrato” y lo mejor es no acostumbrarlo a comer en demasía…
A los cristianos negros les encanta raparse el cabello; la frontera con Burkina estuvo cerrada durante dos horas porque “había llegado el peluquero…” y el señor oficial de la policía pues tenía cita concertada hacía días.
Ghana está sembrada de grandes frases como “Dios es grande, esto va a cambiar” (a ver si es verdad y se hace el milagro ante mí, ese de los panes y los chuletones), o “Dios te ama, te guste o no”, vale… pero que corra el aire, eh!!!



Accra, Ghana, 24 de abril de 2007
God bless you all, my brothers and sisters!

Ghana, la vuelta al oceano!!

La ilusión nos hace vivir… el solo hecho de entrar en un país con mar parece que nos ayudó a resucitar. Llevábamos ya muchos días soñando con el momento del reencuentro…Desde Hamale casi podíamos oler el pescaito a la brasa, escuchar las olas y sentir la brisa marina refrescándonos por la noche. Tan sólo 1000 kilómetros nos separaban del paraíso!!!
Ghana
Pero poco a poco. Estábamos en una frontera muy tranquila… tan tranquila que el policía que pone el sello de entrada estaba aprovechando tanta paz para cortarse el pelo allí mismo, delante de la puerta de su oficina. El de aduanas estaba esperando a que llegara no-se-quién con no-se-qué libro para apuntar nuestra llegada en coche. Y nosotros, los únicos pringados a los que se les ocurre cruzar por aquí, tostándonos en el camino que va entre ambas dependencias, intentando averiguar si se trataba de una casualidad o de una trama conjunta para hacernos perder la paciencia… y quizás algo de pasta… Aprovechamos para calentar motores con el inglés, el idioma oficial del país.

Y sí, al final el poli terminó de ponerse bello, llego el libro y conseguimos entrar en Ghana. Primera prueba conseguida. En Wa nos esperaba la segunda prueba: obtener dinero local. A pesar de que veíamos miles de bancos, ninguno funcionaba con Visa y sólo uno nos hizo el favor de cambiarnos unos dólares después de hacer la cola del siglo. Parecía que el mundo se fuera a acabar y todo la gente se encontrara sacando los ahorros para comprar el pasaje a Marte. O yo qué se, pero tanta gente en cada uno de los bancos… esto no era normal!!
La tercera prueba llegó más tarde y tuvo que ver con esquivar intentos de sobornos a la policía….
De camino al mar visitamos el Parque Nacional de Mole, y vimos elefantes y monos –que nos querían robar el desayuno!- y antílopes y un montón de pájaros… y turistas adolescentes de habla inglesa. Se acabaron los franceses!! A nosotros, que no hablamos bien ninguno de los dos idiomas “oficiales” del oeste de Áfrical nos resultó un tanto divertido…los descendientes de los Imperios sólo visitan sus ex –colonias.





Luego fuimos a Kumasi que fue la capital del reino Ashanti. Sus habitantes eran los que en las “Famosas Novelas” de Bruguera se comían a los exploradores blancos después de cocinarlos en la marmita gigante…. Hay que ver cómo funcionaba la propaganda en aquellos tiempos… Aquí hay un mercado gigantesco en el que cuando estás dentro piensas que ya no cabe nadie más… Por supuesto, se vende de todo. Yo me compré una tela y me hice unos pantalones en un par de horas. Pero siempre surge la misma pregunta… ¿será posible que se venda tantísimo género?
Visitamos una reserva de monos sagrados de camino a Kumasi. Habitan en el bosque, precioso, pegado al pueblo donde vive la gente que los venera y por tanto les permiten campar a sus anchas, aunque viendo como blandía aquella señora el machete ante el mono que trataba de coger sus mangos, yo tengo mis dudas acerca de tal pacífica coexistencia.



Aquí coincidimos con Merle, una chica almeriense-holandesa estupenda. Éramos sus “primeros” españoles en los dos meses que llevaba en el país.
Siguiendo hacia el sur nos desvíamos un poquito para ir a otro parque nacional, Bia, que sobre el mapa estaba “ahí al lado”. Pero estas carreteras llenas de agujeros como ollas no son para ir con prisas. No vimos muchos bichos, pero fue una bonita inmersión en la selva. Como no es muy visitado, a veces el guía tiene que trabajar duro con el machete para abrir el paso.

Y por fin, después de ocho horas de conducción ininterrumpida, superamos los últimos 300 km que nos separaban del MAR.
Qué alivio, qué alegría, qué felicidad!!! En la playa de Dixcobe pasamos unas minivacaciones de 3 días, comiendo pescaito, durmiendo y bañándonos siempre que las olas nos dejaban. Una burbujita para blancos. Por la playa pasaban los habitantes de los pueblos cercanos que nos miraban con curiosidad… sobre todo a estas mozas estiradas en la arena a merced del sol.



Nosotros todo el rato en la sombra y aún así Antonio se quemó un poco…
Pero lo mejor de la playa fue conocer a Pete, un tipo neocelandés, tranquilo, buen viajero, muy agudo en sus observaciones sobre la vida en general. Compartimos la mesa una noche y mucha charla –a pesar de nuestras carencias con el idioma!- y como íbamos todos a Accra, pues también el coche un par de días, justo para visitar el fuerte de Elmina y otro parque nacional, Kakum, de camino a la capital.
Elmina es uno de esos sitios de los que la Humanidad debe sentirse avergonzada. Desde aquí se embarcaban esclavos hacia América, y aunque ahora está todo muy limpito y muy blanquito y lleno de turistas, en las mazmorras se te ponen los pelos como escarpias.
En Kakum volamos por encima de las copas de los árboles de la selva justo antes del amanecer. Arreglamos para entrar antes de la hora oficial de apertura y fue estupendo. Sólo nosotros tres, encaramados a las pasarelas, viendo el sol salir, los monos correr entre las hojas, escuchando todo los sonidos en silencio. Muy bonito.



Ahora estamos en Accra esperando que nos den el visado de Nigeria. Nos gustaría no tener que pisar este país justo ahora, pero sólo necesitamos tres días para atravesarlo y llegar a Camerún… Todavía tardaremos unos 20 días en llegar así que cruzaremos los dedos!!

lunes, 23 de abril de 2007

Color y calor en Burkina

Lo primero que hicimos al entrar en Burkina fue pensar en darnos un lujo... que consistio en tomar una habitacion con ventilador en Gorom Gorom... Terrible error. Tras la refrescante primera impresion que tuvimos nada mas entrar en el mejor hotel del pueblo a eso de las dos de la tarde, poco a poco fuimos sintiendo el recalentamiento desprendido por el edificio, que se hace maximo justo a la hora de dormir. Menos mal que tenemos el ventilador, pensamos... Lastima que a la una de la madrugada cortasen la electricidad. Asi que nos pusimos a sudar como pollos, mas bien a supurar agua como grifos abiertos, hasta que llego el nuevo dia y pudimos arrastranos hasta la calle en el unico momento en el que parece correr una gota de aire fresco. En realidad lo unico que pasa es que la evaporacion de nuestro sudor nos refresca... pero solo durante dos minutos, el tiempo que se tarda en perder toda el agua de tu cuerpo.


Burkina Faso



Tanto calor tuvo la recompensa del color que animaba el mercado del lunes. El pueblo es uno de los destinos turísticos de Burkina, pero casi parecíamos invisibles. Toda esa gente venida de diferentes pueblos compraba y vendía sin mirarnos, desde recipientes de barro, a abalorios para adornarse orejas, pelo, cuello, la tripa… pasando por todo un surtido de extraños productos vegetales que se supone son para comer… Nosotros a por los tomates, las cebollas, los mangos…qué bien haber llegado en plena temporada! A veces hasta nos los regalaban… Unos chavalines nos hicieron de guías por la mitad de un balón y unas partidas en el futbolín con Antonio como fichaje estrella de la temporada. El probín, que andaba acatarrado y con los ojos legañosos….

El tiempo en Ouagadougou no le ayudó mucho: más calor aún y una densa bruma de polvo y porquería que casi no te deja respirar, día y noche. Lo único bueno de esta ciudad es que conocimos a la familia de Michael.




La verdad es que ahora visto desde el borde del mar, no era para tanto el calor del Sahel.... pero cualquiera vuelve para alla en esta epoca!
Acogieron a estos dos blanquitos con los brazos abiertos y allí nos quedamos casi una semana… todo un record para nosotros que no pasamos más de dos noches en el mismo lugar! Sacamos visados, le dimos un repaso al coche y aprendimos cómo se vive con bastante menos de lo que en nuestra tierra consideramos “imprescindible”. La casa está llena de niños que juegan, saltan, corren, comen, ayudan a los mayores sin llorar o protestar. Quizás lo que les falta a nuestros enanillos es más gente como ellos alrededor y menos superprotección de los mayores. Digo yo.
Mientras estábamos por allí nos acercamos a un lago donde viven a cuerpo de rey unos cocodrilos sagrados… Se supone que unos ancestros eligieron a estos animales para tener su representación en el mundo de los vivos. Si tienes algún problema puedes ir a pedirles que intercedan por ti a cambio de una “ofrenda” que consiste en arrojarles un pollo vivo y a continuación realizar la petición, que en nuestro caso fue que el proceso electoral en Nigeria no interrumpiera nuestro viaje… Antonio añadió su deseo de conseguir cuatro esposas… pero conociendo su alergia al matrimonio, veo difícil que se haga realidad.
Aunque quedan pocos animistas (en teoría), nadie, ni musulmanes ni cristianos, bromea con las cosas de los ancestros y las tradiciones. Hay lugares en el campo que no pueden ser visitados porque son sagrados. Y existe una figura “política” que se llama “jefe del pueblo” que coexiste con el alcalde electo y que es a dónde primero acude cualquiera que tenga un conflicto con un vecino o que se quiera casar para que el caso sea estudiado por el jefe y su consejo. Por azar estuvimos en la fiesta de la toma de posesión de uno de estos jefes. Allí estaban, rodeando al pobre viejecillo, un montón de altos cargos de la región, gente de todos las aldeas bajo su protección, los cazadores –que son un grupo social bien diferenciado al que se le suponen unos poderes mágicos…- y grupos de música y danza, cómicos…y nosotros. Lo pasamos muy bien con esta sorpresa a pesar de que la deshidratación...



De camino al sur el paisaje se fue haciendo más “frondoso” y hasta nos cayó una deliciosa tormenta en Bobo Dioulaso. Hay una mezquita del estilo de la Djenné en Malí, aunque aquí han optado por un mantenimiento más sencillo y la han revestido de cemento. Era viernes y pudimos ver cómo se paralizaba prácticamente la vida al mediodía, en la oración principal de la semana. Al lado está el barrio animista donde aún se realizan sacrificios, claro.
Volvimos a encontrar una frontera poco habitual para cambiar de país y gracias a esto coincidimos con un grupo de españoles en Gaoua muy majos con los que cenamos y charlamos en español un buen rato. Luego Francesca se llevó nuestras cintas de video a España, cosa que agradecimos muuuuuuuchísimo!!
Cruzamos pues a Ghana un día de mucho calor, cómo no, haciendo la clásica teoría del cateto: de Gaoua a la frontera, 100 km dirección norte, y de la frontera a Wa ya en Ghana, otros 100 km dirección sur. Total que todo el día conduciendo para encontrarnos en línea recta a unos 40 km del punto inicial.