Y adios a Egipto!

Que grata sorpresa Alejandria! Tambien tiene su caos circulatorio y sus aceras levantadas, pero el aire esta limpio y nuestro hotelillo daba al mar, al mar Mediterraneo! Aunque somos de tierra adentro, nos parecia estar viendo Espanha al otro lado de ese agua tan familiar.

La ciudad esta un poco mustia; los edificios estan dejados, las calles tomadas por el trafico; el unico toque de esplendor lo pone la nueva biblioteca que pretende emular a aquella que construyera el Gran Alejandro hace 2300 anhos -y que quemaran los cristianos hace 1700-, y un par de cafeterias, donde se reuniria la creme de la creme hace 60 anhos, y que ahora permiten la entrada a individuos como nosostros... Con toda la finura que pudimos nos metimos pal cuerpo dos trozos de tarta de chocolate de chuparse los dedos!!! eso si, con mucha elegancia...

Siguiendo a Alejandro llegamos a Siwa. El oraculo ya no trabaja, asi que nos fuimos de excursion a las dunas con el resto de la pandilla reagrupada: Gav, "rata del desierto", Jeremy, "poeta de la motocicleta" y Derek, "nuestro english gentleman".


Antonio y Blanquito pensaban que ya lo habian visto todo en cuestion de desiertos en este viaje....pero madre madre madre!!! Menos mal que no habia tiempo para pensar, solo para acelerar y surcar ese fluido-solido llamado arena-dela-duna-del-desierto. Felizmente logramos sobrevivir y pasar una fantastica noche bajo las estrellas del desierto... la ultima en territorio egipcio, handulilah!

Adios Egipto