Malawi |
Además de los peces gordos –butterfish y catfish- que se comen y que viven en el fondo del Rift Valley, en el lago se encuentra la familia colorín de nuestras carpas –azules, azules y amarillos, a rayas, con puntos, con puntos y rayas…- Muy bonito snorkelear aquí. Lástima que al ser agua dulce sea también el hogar de un bichito llamado bilarzia que gusta de hospedarse en las carnes de los tiernos y confiados turistas. Con nosotros lo lleva claro: tenemos el antídoto, unas pastillitas que les darán matarile en unas semanas.
Lo mejor de Malawi fue la compañía. Después de los meses pasados en soledad parejil hemos encontrado a unos estupendos compañeros overlanders. Paul y Jacinda, dispuestos a llegar desde Australia a Madrid pasando por London. Estamos pillando un acento australiano….. cuando pillamos lo que dicen!! Luego nos encontraron Helen y Ulrike. Helen es comadrona en un hospital público en Mozambique y aparte, una persona excepcional. Con su táctica “go and talk” se nos subieron en los coches durante una semana. El Discovery de P&J tiene aire acondicionado, cómodos asientos y las ladillas aún no anidan en su interior. Nosotros ofrecíamos la auténtica experiencia africana: calor, polvo, amortiguación de camión y la posibilidad del contacto con la población local a través de las ventanillas siemprebajadas… “Give me money!”, nos gritaban alegres los niños y nosotros respondíamos cordialmente… “No, you give me money!”
Herencias de la cooperación internacional….
Una noche de espectacular tormenta dejamos Malawi y entramos en Mozambique….
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