Mostrando entradas con la etiqueta Namibia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Namibia. Mostrar todas las entradas

jueves, 16 de agosto de 2007

Más allá del Trópico de Capricornio


Después de pasmarnos de frío en la costa desértica de Namibia, seguimos enfriándonos pero camino del sur a disfrutar del destino turístico por excelencia del país: las imponentes dunas de Sossusvlei. Aunque había más gente que granitos de arena y hubo rally matinal para alcanzar las dunas en primera posición, el juego de luces y sombras y los intensos colores de las primeras horas de la mañana nos hicieron olvidar que no éramos los únicos seres en el mundo…

Un poco más al sur hay un pueblo un tanto irreal rodeado de océano y dunas, que parece anclado en el pasado con sus casitas alemanas de colorines, Luderitz. Aquí conocimos a Brandon, un interesante joven mejicano-estadounidense que estudia en Harvard y con el que mantuvimos animadas discusiones sobre política. (Lo que sabe este muchacho!!).

Como teníamos poco frío y la mar estaba picada, decidimos pasar una linda mañana embarcados disfrutando de la fuerte marejada. También vimos pingüinos…. y conseguimos no vomitar!!
Los chicos de Pescanova tienen tomada la zona y acabamos cerrando bares con Pérez y esposa y otro gallego la mar de majo. También se celebrará este día como la jornada en que se inventó el primer chiste gallego-argentino….

Sabes cómo se suicida un argentino?
No, ni idea
Pues se sube encima del ego y se tira…. ja, ja, ja
……¿? Y quién es “ese”?
Pues el ego…. el “yo”…. er…..
…. Aaaaaah……pues no, no lo conozco…..”

Y como broche final tuvimos la suerte de caminar por arriba y por el fondo del Fish River Canyon, el segundo cañón más troncho del mundo (después del verifeimus del Colorado) junto a un grupo de aguerridos puretas alemanes: Herbert tiene 72 años y aún escala 6B de primero….. increíble vitalidad!


Las flores que anuncian la primavera nos dijeron adiós en Namibia y nos dieron la bienvenida en Sudáfrica….

sábado, 11 de agosto de 2007

Namibia, la favorita de los dioses

De los dioses y de las diosas, porque desde los pechos desnudos llenos de ocre de las himbas y sus minifaldas hasta las carnes blancas llenas de mantequilla de cacahuete de las turistas europeas me han impactado. Porque Namibia lo vale. Es una experiencia erótica para los sentidos, sobretodo para el del gusto, porque los supermercados Spar están mas a la altura del Hipercor que del DIA. Pero también para la vista, porque entre carne magra y carne ocre aparecían animales de esos que dicen que son salvajes, aunque yo siempre he creído que eran varios chinos dentro de un cartón piedra desde que vi el como se hizo de la película “Tigre y Dragón”. Lo del oído es también bastante excitante. Que te venga una estupenda mujer del Kalahari (los llaman Sam, como al tío de América) haciéndote ruiditos con la boca, como los que hacíamos cuando éramos jóvenes para atusar a las muchachas casaderas (ellos los llaman chasquidos), me parece una experiencia de lo mas excitante. Es como volver a tener la testosterona a flor de piel.
Del tacto…las mujeres himba alucinaban con mi calvicie en la cabeza. Y la tocaban. Alucinaban con mi brazo peludo (les explicaba que el pelo se me había caído al brazo). Y lo tocaban. Alucinaban con mi espalda llena de pelos. Y la tocaban. Hasta ahí puedo escribir….
El olfato…el Braai….es lo que llamaríamos en España “barra libre de barbacoa”, pero nada de panceta ni chorizo de oferta. Carne de bestias salvajes. Come y calla, no sea que al final descubras que es gato. Aunque los que tienen el olfato más desarrollado son los himbas. Creí que estaba presenciando un exorcismo cuando en una cabaña himba vi a una paisana humeándose la entrepierna. Me dijo que era para atraer a los hombres. Me acordare para siempre cuando me lleve un pedazo de bacalao ahumado…. a la boca.
Namibia fin

domingo, 22 de julio de 2007

Namibia. En dos palabras: Im Presionante.

Qué impresión!! Edificios de ladrillo, limpios, llenos de funcionarios uniformados… y ordenadores delante de ellos!! Todo rápido y eficaz y sin tocamiento de narices. Ya estamos en Namibia… Si alguien hubiera estado observándonos, seguramente se habría reído de nuestras caras incrédulas al ver la ingente cantidad de SUPERMERCADOS, BANCOS, TURISTAS!!! que aparecían ante nosotros… Sacamos dinero y nos dimos el superlujo de comprar alimentos frescos y distintos del “cuscus con atún” de los últimos siete días.
Desde entonces, hace ya 3 semanas, y una vez superado el shock de no ser los únicos blancos del país, nos hemos dedicado a estar de vacaciones, SIN PARAR!!!
El parque nacional de Etosha: qué cantidad de animales!!! Hasta leones vimos. Mi único problema es el trauma que se me ha quedado con los elefantes… me dan un miedo atroz!!
Kaokoland, en la esquina noroccidental: la naturaleza salvaje por definición. Qué paisajes, qué soledad, qué cantidad de animales!! Claro, que al que no le guste estar solo por las noches escuchando a las hienas alrededor de su tienda, no le parecerá tan excitante…
La costa del Esqueleto: ohú hijo, que frío, que soledad!!! Y en mitad de esa desolación, una colonia gigantesca de focas que mugen como vacas, y los coyotes que se pasean entre ellas a ver si “pillan cacho”.
Recomiendo a todo el mundo mundial que venga a visitar este rincón del planeta. De verdad.
Besitos desde Swakopmund, un sitio muy raro, lleno de gente que habla alemán…
Namibia